Dossier


URU - Revista de Comunicación y Cultura, No. 12
(Julio - Diciembre 2025), 4-6. e-ISSN: 2631-2514


Presentación: Comunicación, educación y pedagogías mediáticas


Introduction: Communication, Education and Media Pedagogies


DOI: https://doi.org/10.32719/26312514.2025.12.1




Diego Apolo-Buenaño ORCID

Universidad Nacional de Educación / Broward International University Quito, Ecuador / Miami, Estados Unidos diego.apolo@unae.edu.ec


Tomás Fontaines-Ruiz ORCID

Universidad Rey Juan Carlos / Universidad Técnica de Machala Madrid, España / Machala, Ecuador tfontaines@utmachala.edu.ec


Yadira Giomara Sevilla-Campoverde ORCID

Tecnológico de Monterrey Monterrey, México giomara.sevilla@tec.mx





El dossier del presente número de la Revista Uru abarca la intersección de la comunicación, la educación y las pedagogías mediáticas como un campo dinámico y en constante evolución, que explora de qué modo los medios y las tecnologías de la comunicación pueden convivir con los procesos y resultados educativos. Esta construcción colectiva ofrece una mirada más compleja al reconocer que, en las pedagogías mediáticas, se produce la interacción constante entre los sujetos en formación y las máquinas, los sistemas de algoritmos y las plataformas automatizadas, que muestran el aprendizaje como un proceso distribuido entre agentes humanos y no humanos, que participan activamente en la producción, circulación y resignificación del conocimiento. Lo anterior pone de manifiesto que en la intersección pretendida en este número se reconozca que la comprensión y la creación del sentido del saber se producen en contextos que deben propender a la descentralización de las agencias.

A lo largo de la historia, la inclusión de medios en la educación ha evolucionado significativamente, pasando de ser un recurso de apoyo a ser un eje estructurante de la pedagogía contemporánea. En la actualidad, la comunicación digital puede derribar las limitaciones de distancia: fomenta nuevas formas de trabajo conjunto, como las comunidades de aprendizaje en línea y las redes de investigación entre instituciones. Este crecimiento apunta a un esquema educativo más flexible, distribuido y al alcance de más personas, sin descuidar que se necesita habitar críticamente con los medios para aprender a desentrañar sus efectos epistémicos, éticos y políticos.

Con base en lo señalado, las investigaciones que componen este dossier reconocen en la intersección entre comunicación, educación y pedagogías mediáticas una ontología relacional en la que leer, escribir, investigar o aprender dejan de ser actos individuales para constituirse en una trama que involucra dispositivos, interfaces, bases de datos, recursos generados por inteligencia artificial, motores de búsqueda... Dichos elementos obligan al docente de esta educación 4.0 a navegar para negociar sentidos y construir conocimiento; no desde una interioridad aislada, sino más bien desde una dinámica interdependiente entre lo humano y no humano. Como se puede inferir, en este escenario, los docentes desempeñan un papel clave, al llevar las pedagogías mediáticas a la práctica y reconocerse como "eduprosumidores" Sin embargo, se enfrentan al desafío de comprender las ideas teóricas y aplicarlas de manera tangible en sus clases. Para lograrlo, necesitan capacitación constante, acceso a materiales y planes de estudio que validen y fomenten el empleo educativo de los medios. Asimismo, es necesario establecer definiciones conceptuales más uniformes sobre lo que significa la educación mediática informacional en diferentes entornos culturales y sociales.

En Ecuador, la construcción de la interacción entre alfabetización mediática, educación y tecnologías digitales es multifacética y está en constante evolución. Se reconoce su importancia frente al alto consumo de pantallas en la población. Esto evidencia una desconexión entre las normativas y la realidad educativa: a pesar de que existen regulaciones que apoyan el vínculo entre tecnología, comunicación y educación, su aplicación a nivel nacional no ha sido constante ni organizada. No obstante, se percibe que los docentes utilizan cada vez más las tecnologías de la información y la comunicación.

Pero es fundamental también mencionar que aún existe una marcada desigualdad en el acceso y el uso de estas herramientas. Esta brecha no solamente está relacionada con la conectividad y el acceso a dispositivos; además de eso, tiene que ver con la necesidad de modernizar y contextualizar los currículos escolares para integrar habilidades de lectura y escritura digital desde edades tempranas. La idea es que, más allá de acceder a la información, se produzca la posibilidad de interrogarla, contrastarla, reformularla e integrarla a las estrategias de estudio, argumentación y creación. En esta medida, el currículo empezará a entenderse como una práctica social que reconoce que la convivencia entre pedagogías mediáticas, comunicación y educación es una consecuencia natural de los modos de interacción entre diversos ámbitos de los actores que sintetizan una forma de habitar inteligentemente el entorno cognitivo.

A pesar de la visión optimista de los documentos que rigen los sistemas educativos, aunque se reconoce la importancia de la comunicación y la alfabetización mediática dentro del sistema educativo, su implementación sigue siendo débil, lo que genera un choque con la rápida evolución social que despierta al estudiante de su pasividad y lo convoca a integrar, en su proceso de aprendizaje, las ecologías digitales que ya configuran su vida cotidiana. Este desafío le recuerda a la educación sus lentas respuestas y su complicidad con las vulnerabilidades que se enfrentan día a día: la desinformación, la opacidad algorítmica y el consumo acrítico de contenidos.

Esta situación abre un amplio campo de oportunidades para investigadores, educadores y responsables de políticas públicas interesados en analizar críticamente las brechas existentes y proponer soluciones contextualizadas. Este es un momento clave para articular esfuerzos interinstitucionales y comunitarios que consoliden una cultura digital crítica, participativa y transformadora. Es tiempo de actuar, porque lo humano ya no opera solo, ni únicamente en el centro, sino en simbiosis con redes técnicas, afectivas y cognitivas emergentes.

Es por ello que, en un mundo donde la digitalización avanza a pasos agigantados y los procesos educativos se analizan constantemente, surge la necesidad urgente de repensar los vínculos entre educación, comunicación y tecnología. Así, con estos antecedentes, la colección de textos que se presentan no solo responde a esta necesidad, sino que se constituye como una provocación crítica, una invitación al diálogo y una guía para navegar los desafíos contemporáneos desde la perspectiva de la educomunicación.

Las contribuciones aquí reunidas, aunque diversas en sus enfoques, comparten un punto de partida: la certeza de que no basta con enseñar contenidos, sino que es indispensable aprender a comunicarlos en un nuevo ecosistema mediático, marcado por la inmediatez, la hiperconectividad y las narrativas participativas. Por eso, la educomunicación no es un lujo teórico; más bien, es un campo estratégico para repensar el acto educativo y sus mediaciones.

Los textos reunidos en esta compilación representan un mosaico significativo de aportes que enriquecen y amplifican el campo de la educomunicación desde múltiples enfoques, contextos y niveles educativos. Uno de los principales méritos de este dossier es vi-sibilizar cómo la incorporación de tecnologías digitales ha generado otras prácticas en el aula, que desde una visión crítica puedan conformar espacios más dinámicos, horizontales y colaborativos. Estas claves son necesarias debido a que pueden fortalecer los aprendizajes y reforzar los vínculos comunicativos entre los diferentes actores, ya que no dependen únicamente del acceso a herramientas: requieren de una comprensión crítica sobre los procesos comunicativos y sus implicaciones en contextos marcados por la desigualdad digital. En este sentido, se invita a mirar más allá de la fascinación por el recurso y a repensar el papel de los actores educativos dentro de una ecología mediática compleja, proponiendo modelos pedagógicos que partan desde el lenguaje, la expresividad y el pensamiento crítico.

Así, este dossier en su conjunto brinda aportes que delinean una educomunicación crítica, situada y transformadora, que no teme interrogar a los lenguajes, los medios y las estructuras tradicionales de la educación; más bien, ofrece nuevas preguntas en las que los textos, la reflexión, el diálogo y la investigación son ejes que permiten comunicar para educar, un imperativo ético en este tiempo de hipermediaciones tecnológicas, prácticas culturales diversas, infoxicación y sociedades profundas.